(Ginebra 01.03.2018, Relator NU Michel Forst) –Los Estados tienen la obligación de proteger a las defensoras y los defensores de derechos humanos que ayudan a los cientos de miles de personas en movimiento[1] que se ven en la necesidad de abandonar sus lugares de origen cada año, declaró un experto de las Naciones Unidas al Consejo de Derechos Humanos.

Al presentar su más reciente informe* en Ginebra, el Relator Especial de la ONU sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos, Michel Forst, dijo que quienes defienden los derechos de las personas en movimiento enfrentan en la actualidad un entorno de amenazas, restricciones, descalificación y criminalización sin precedentes, y añadió que la respuesta de los Estados a la problemática es en general insuficiente.

“Han pasado dos años y medio desde que la sórdida imagen del cuerpo de Alan Kurdi, un niño de tres años que huía de la guerra en Siria y que fue encontrado sin vida en una playa de Turquía, convulsionó la opinión popular en todo el mundo. Hoy, esas imágenes continúan emergiendo, provocando profunda indignación entre nosotros. Las defensoras y los defensores de derechos humanos juegan un papel clave en la prevención de tragedias similares y en la protección los derechos de los grupos más vulnerables de nuestras sociedades“, dijo Forst.

“El objetivo central de mi informe es subrayar la importancia de que el tema de las defensoras y los defensores sea incluido en las discusiones globales sobre las problemáticas relacionadas con las personas en movimiento”, dijo Forst. “Esto incluye en particular la negociación de los dos pactos mundiales sobre refugiados y sobre migración segura, ordenada y regular“.

El estudio muestra cómo las defensoras y los defensores enfrentan en la actualidad un contexto de restricciones para acceder a las personas en movimiento, de seria criminalización y estigmatización, y de amenazas de actores no estatales, tales como el crimen organizado o las entidades subcontratadas por el Estado que prestan servicios a personas en movimiento.

“Además, quienes defienden a las personas en movimiento son muy a menudo ellos mismos personas en movimiento, de manera que comparten las vulnerabilidades de las personas que defienden”, dijo Forst.

Estos desafíos están marcados por la mercantilización de las personas en movimiento, el cambio en el discurso oficial hacia un enfoque de seguridad pública y el uso de la noción de ciudadanía para privar a las personas en movimiento de sus derechos básicos.

“Este informe es un llamado a los Estados y otros actores relevantes a nivel mundial para proteger el trabajo de aquellos que, ante la indignación que provoca el recuerdo de Alan Kurdi y quienes comparten su destino, deciden dar un paso adelante y defender activamente los derechos de las personas en el movimiento.”

(*) Consulte el informe del Relator Especial: www.protecting-defenders.org/sites/protecting-defenders.org/files/G18008…


[1] El término “Personas en movimiento” incluye a migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, desplazados internos, personas apátridas, entre otros grupos.

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Créditos foto: Patrick Bart. SOS Méditerranée.