(Caracas, 29.04.2020. Espacio Público). El presente informe es un extraordinario aporte de la organización Espacio Público para identificar y denunciar las violaciones sistemáticas a la libertad de expresión en Venezuela. Es también una herramienta de defensa de las víctimas por sus opiniones y por informar, pero también un llamado a la acción respecto a la situación de libertad de expresión en Venezuela. Defender la libertad de expresión en Venezuela es de por sí una tarea encomiable; las propias organizaciones y los activistas se encuentran bajo ataque, son objeto de estigmatización, medidas de retaliación y se exponen a graves riesgos al hacer su trabajo. Es un honor y un privilegio que desde una de las organizaciones históricas en la defensa de las libertades públicas me hayan invitado a prologar el informe anual 2019.
La situación de la libertad de expresión en Venezuela durante 2019 no se explica sin el contexto y los antecedentes de casi 20 años de deterioro y ataque deliberado desde el Estado contra las libertades fundamentales y las instituciones democráticas. En las últimas dos décadas, los medios de comunicación más relevantes desde el punto de vista del profesionalismo y las audiencias fueron clausurados por el gobierno venezolano, en retaliación por su línea editorial e informativa; primero fueron los grandes canales de televisión, luego las radioemisoras y la prensa escrita.
Las medidas tomaron formas de restricciones directas e indirectas al derecho de las personas a buscar, recibir y difundir información e ideas sin temor a sufrir represalias. El objetivo disimulado bajo una dura retórica ha sido el de reprimir la opinión e información desfavorable o disidente y se tradujo en revocaciones de licencias al margen de las garantías legales, la compra de medios por testaferros del gobierno, las presiones o la asfixia económica vía la distribución de papel. Por supuesto, la amenaza, la intimidación y la estigmatización de periodistas, líderes de la sociedad civil y opositores por parte de quienes conducen este proceso cívico-militar, es un componente fundamental de la realidad actual venezolana.
Conforme la independencia judicial y las garantías del Estado de derecho fueron carcomidas desde el poder en Venezuela, los periodistas y también los ciudadanos que ejercen la libertad de expresión fueron blanco de detenciones arbitrarias, el uso de procesos penales por difamación e injurias, la aplicación de leyes de tipo mordaza –como la “Ley contra el odio”— y los interminables procesos judiciales con casos fraguados o manipulados, que siempre van acompañados de medidas que restringen la libertad de circulación y de ejercer el periodismo.
Como lo muestra con detalle el informe, las graves violaciones al derecho a la libertad de expresión en Venezuela continuaron profundizándose durante 2019, en el contexto de una agudización del conflicto político con la Asamblea Nacional, único poder que conserva la legitimidad democrática, y el avance de la crisis social. La violencia contra periodistas y trabajadores de medios de comunicación, ejercida en muchos casos por los propios miembros de las fuerzas de seguridad, se acrecentó durante la cobertura de eventos de interés público como protestas, actos políticos o debates legislativos. Asimismo, varios periodistas fueron detenidos de manera arbitraria por miembros de la Policía o de los servicios de inteligencia mientras cubrían manifestaciones o retrataban la crisis humanitaria, y en forma reiterada fueron forzados a borrar material periodístico. Las fuerzas de seguridad policiales y militares no querían que se registrara la represión de las manifestaciones mediante el uso de gases lacrimógenos, cañones de agua y disparos de armas menos letales –y también letales– para dispersar a los manifestantes, lo que dejó cientos de personas heridas, detenidas, y lamentablemente muertes.
Estas violaciones son graves, pero el informe de Espacio Público documenta con rigor la creciente tendencia a filtrar y restringir la circulación de información en Internet por parte del gobierno de facto de Caracas. La represión y el cierre del espacio cívico en la calle y en los medios tradicionales, explican la necesidad del público de recurrir a fuentes de información on line y la saludable explosión de medios y emprendimientos digitales. Por ello, no es de extrañar que durante el 2019 se haya consolidado en Venezuela un patrón de restricciones severas en Internet, que parecen jalonar un camino hacia una Internet bajo control del gobierno de facto. Muchas veces recurren a órdenes directas del gobierno aplicadas a los prestadores del servicio de Internet para bloquear sitios web de medios periodísticos independientes, bajar cuentas de redes sociales o servicios de streaming, lo que es ejecutado por la proveedora pública de Internet (CANTV) e incluso por los proveedores del sector privado.
Como forma de cerrar el cerco informativo, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) volvió a ordenar, al igual que en el año anterior, el bloqueo de canales internacionales de noticias en los servicios de televisión para abonados, dispuso el cierre de emisoras y ordenó suspender la transmisión de determinados programas por entrevistar al presidente designado por la Asamblea Nacional. Como lo documenta en forma detallada el presente informe, también se registraron recurrentes fallas en la conectividad de internet debido a la falta de inversión en la infraestructura de telecomunicaciones y a las interrupciones en el servicio de energía eléctrica.
Este es el panorama general y, sin duda, es poco alentador. No obstante, el presente informe no se queda en la denuncia e incluye herramientas para articular la defensa de la libertad de expresión. De forma acertada, Espacio Público describe las acciones internacionales que ha llevado adelante para conseguir la protección de periodistas en riesgo y la liberación de quienes durante 2019 fueron privados de su libertad por ejercer la libertad de expresión. Por ejemplo, dan cuenta detallada de las medidas cautelares gestionadas ante la Comisión Interamericana, finalmente muchas de ellas otorgadas, que fueron claves para la protección internacional de comunicadores y ciber activistas en Venezuela; del mismo modo, los casos presentados ante el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, que culminaron con decisiones terminantes que desnudan el carácter arbitrario y persecutorio de las detenciones a periodistas o los procesos sin fundamento –seguidos de privación de libertad— contra comunicadores y ciudadanos que se expresaban en redes sociales.
El informe también documenta el trabajo conjunto de las Relatorías Especiales para la Libertad de Expresión de la CIDH y Naciones Unidas, lo que da cuenta de un trabajo coordinado y de una percepción compartida por parte de los relatorías expertas en libertad de expresión sobre lo que está sucediendo en el país. Estos resultados en el campo internacional son un logro de la sociedad civil y una esperanza en un contexto de autoritarismo. Saludo que Espacio Público, bajo el liderazgo de Carlos Correa, haya decidido compartir la metodología y las capacidades que la organización ha desarrollado para incidir en los sistemas internacionales de protección de derechos humanos. Esta sección del informe es, a mi juicio, un muy buen recurso para los y las defensoras de las libertades y para otras organizaciones en toda la región.
Con estas palabras introductorias, finalmente quiero testimoniar mi apoyo y acompañamiento a la extraordinaria sociedad civil venezolana, en especial a la que trabaja incansablemente por restablecer las libertades fundamentales y el retorno a la democracia. La libertad de expresión forma parte de la estructura central y radical de la democracia; sin su pleno restablecimiento, no habrá camino de regreso al pluralismo y las ansiadas elecciones libres.
Capítulos 2019
En nuestro Informe 2019, además de presentar la situación de la libertad de expresión (más abajo), se incluyen investigaciones extensas sobre diversos temas que afectan este derecho fundamental en Venezuela. Además puedes revisar en detalle qué sucedió cada día en el país respecto a este derecho fundamental en la Cronología 2019.
Sigue cada enlace para leer los capítulos:
Internet amurallado: acceso restringido en Venezuela – Situación de Internet en Venezuela, incluyendo las afectaciones a la libertad de expresión en cuanto a bloqueos, censura, apagones nacionales, corrupcción y falta de mantenimiento.
Emergencia Humanitaria Compleja y Acceso la Información Pública – La información en manos del Estado es una herramienta para la contraloría social, sin embargo distintos entes de Gobierno se negaron a facilitarla durante la emergencia que atraviesa Venezuela.
Libertad de expresión y elecciones: Venezuela necesita condiciones – El Estado debe garantizar la libertad de expresión, igualdad de condiciones, independencia de poderes y la transparencia durante el proceso electoral para que éste sea libre y democrático
Alcance de los mecanismos internacionales de derechos humanos en la protección de las víctimas en Venezuela – Los sistemas Interamericano y Universal de protección de derechos humanos atienden casos particulares de víctimas de violaciones de derechos humanos; en este capítulo podrás conocer los beneficios obtenidos durante el 2019.
Sentencia previa: la justicia penal contra la libre expresión – Expone casos relevantes en que el Estado ha perseguido con procesos penales a personas por ejercer su derecho a expresarse, incluyendo desapariciones forzadas y tratos crueles.
Las deudas del Estado venezolano ante el Sistema Universal de Derechos Humanos – Un análisis que contrasta las recomendaciones hechas al Estado venezolano por el Sistema Universal de DDDHH y la violación sistemática de la libertad de expresión.
Balance sobre la situación del derecho a la reunión y manifestación en Venezuela en 2017 – Da cuenta de manifestaciones y asambleas realizadas por la ciudadanía, marcadas por la profunda crisis política y económica en Venezuela
Comunicación desde la proximidad. Exploración de las dinámicas sociales frente a la desinformación – La noción de estar informados constituye un baremo catalizador para impulsar a las personas a buscar vencer las barreras para acceder a la información, te presentamos algunos ejemplos.
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