(Caracas, 02.05.2018, Civilis DDHH). Una gran cantidad de personas siente la necesidad de ayudar a los más necesitados y cada una de ellas lleva adelante esta acción de diferentes maneras, pero lograr consolidar una ONG en Venezuela e inclusive internacionalmente no es una tarea fácil. Prepara Familia es una organización no gubernamental destinada a la prevención de la violencia contra la mujer y al apoyo a las madres y niños del Hospital J.M de los Ríos que lleva más de 8 años trabajando por sus objetivos y es dirigida por la abogada, Katherine Martínez.
Katherine, presta apoyo a los niños y familiares en las realidades que se viven dentro del Hospital J.M de los Ríos. Su compromiso es tangible, constante y diario. Cada día encuentra nuevos motivos para continuar con su trabajo, cultivando sus acciones en un ambiente lleno de paz y de esperanza, tan necesario para los niños y niñas del hospital.
¿Cómo surge la iniciativa de Prepara Familia en el Hospital JM de los Ríos?
Llegamos como voluntarios católicos al hospital J. M. de Los Ríos porque queríamos apoyar a las personas que allí se encontraban en su dura situación. Preguntamos a las enfermeras por el área más crítica y nos dijeron el piso 5, donde están Neurocirugía y Nefrología. Pero qué va, nos dimos cuenta de que había muchas necesidades, así que nuestra primera intención duró solo unas horas. De inmediato dimos un gran paso porque nos comprometimos con esa realidad y hoy en día apoyamos a esas mujeres en su lucha para salvar las vidas de sus pequeños hijos.
¿En qué ha estado trabajando Prepara Familia actualmente?
Semanalmente estamos actualizando informes para la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), principal organismo del sistema de protección de derechos humanos de la OEA, el cual otorgó en febrero de 2018 medidas cautelares a favor de varios niños del hospital JM de los Ríos, ante el peligro de fallecer por la falta de medicamentos y condiciones inadecuadas de atención. Este es un trabajo conjunto entre Prepara Familia y Cecodap, quienes fuimos los encargados de solicitar las medidas para garantizar la vida, la salud y la integridad de los niños del hospital. La CIDH ha seguido el desabastecimiento de medicamentos en Venezuela y considera que las autoridades deben brindar el acceso a los medicamentos y procedimientos requeridos, conforme a las recomendaciones de los expertos. Ahora estamos construyendo una comisión técnica, con voceros, médicos tratantes y representantes de los niños para corroborar que el Estado implemente las acciones exigidas para garantizar la salud de los afectados.
¿Cómo calificarías la responsabilidad del Estado ante la emergencia humanitaria que está viviendo el país?
El Estado tiene la principal responsabilidad, pero también existe una responsabilidad personal, y nosotros como organización estamos alzando la voz, estamos asistiendo al sistema Interamericano en búsqueda de justicia. Es muy grave ver las precarias condiciones en las que está el hospital, donde no se cuenta con reactivos para la realización de exámenes de laboratorio, la carencia de medicinas e insumos para los 34 servicios que se ofrecen y la suspensión desde enero del presente año del servicio de operaciones, aunado a la falta de antibióticos que hemos venido presentando desde 2017.
¿Cuál es su mensaje para quienes siguen luchando, a veces sin esperanza?
¡Qué sí se puede! Que hay muchas oportunidades y el sistema interamericano está allí para apoyar todas las denuncias que queramos realizar, siempre y cuando hagamos el trabajo de documentación. Se deben llenar los expedientes y levantar correctamente la información. También nos ayudó el hecho de contar con madres y padres que decidieron denunciar. Eso nos demuestra que vale la pena denunciar, vale la pena ponerse de pie y levantar la voz. Hemos estado acompañando a cada madre y conocimos a cada niño que falleció. No nos son ajenos. ¡Los conocimos, compartimos con ellos! y estas medidas son también un abrazo a cada madre que sufrió una irreparable pérdida.
¿Qué sigue ahora?
Queremos que esto se amplíe. Es fundamental que no se siga vulnerando el derecho a la salud de nuestros niños venezolanos bellos, porque ellos están allá muchas veces solos y pasándola mal en estas situaciones.