(Carabobo, 29.04.2019. Cadef). El Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos (Cadef) tuvo una importante participación en el III Foro de países de latinoamérica y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible, que tuvo lugar en la ciudad de Santiago de Chile, desde el 23 hasta el 26 de abril del presente año.
El evento fue organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) con el objetivo de discutir y revisar los avances y retrocesos en torno a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esto significa que contó con una diversidad de actividades relacionadas a temas económicos, sociales, culturales, civiles y políticos en relación a la región, en las que participaron más de 70 naciones y alrededor de 250 organizaciones de la sociedad civil.
El encargado de asistir por parte de Cadef fue su Director general Carlos Guerra, quien además fue en representación de la juventud venezolana. Guerra resaltó durante su participación los problemas que vive Venezuela hoy en día, lo que incluye las violaciones a la democracia, a la libertad de expresión y a hechos coyunturales que frustran el futuro de los jóvenes venezolanos.
“Para poder construir sociedades más humanas es necesario la integración y la articulación de la sociedad civil en general. La sociedad civil juega un rol determinante también en la defensa y promoción de los derechos humanos. Basta con la visión simplemente de estar inmersa dentro de las realidades coyunturales de cada uno de los países. Por eso es importante que la sociedad civil esté inmersa también en las plataformas internacionales” afirmó el director general de Cadef.
Diversas personalidades y organizaciones expresaron su preocupación en ciertas materias y situaciones que agobian tanto a países de forma individualizada como a la región en general. Temas como la desnutrición, el precario crecimiento económico, los ya mencionados problemas democráticos, violaciones de derechos humanos y ambientales, las evidentes dificultades que derivan de las diferencias entre naciones, son motivo de alerta, además de una clara amenaza para un futuro que no se vislumbra tan optimista.
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