(Caracas, 19.07.2019. Proiuris). En una sociedad donde los delincuentes no pueden ser alcanzados por el brazo de la ley, el Estado opta por formar grupos policiales para  desarrollar “acciones especiales” e imponer su poder punitivo por la fuerza.

Se trata de la historia recreada en la pieza cinematográfica “Tropa de Élite” (José Padilha, 2007) a través de la cual la organización de promoción y defensa de derechos humanos Proiuris, invitó al debate sobre el incremento de las ejecuciones extrajudiciales en Venezuela.

El cineforo  que se llevó a cabo este jueves 18 de julio en Sala Plus 2 de Trasnocho Cultural condujo a una obvia comparación entre las políticas de “mano dura contra el hampa”, utilizadas en Brasil y en Venezuela. Y, más directamente, entre el Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), en Brasil, y las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana, en Venezuela.

Edgar López, asesor editorial de Proiuris, fue el moderador del evento y llamó la atención sobre una idea clave y, desde su punto de vista, inaceptable del filme: “un policía se convierte en un verdadero policía cuando tortura y mata”.  

EL debate después de la proyección de “Tropa de Élite”, comenzó con el testimonio de Miriam Gamarra, madre de Luis Alfredo Ariza, presuntamente ejecutado por las FAES, el pasado 13 de mayo.

“Mi hijo no portaba armas, no era un delincuente. Se encontraba en régimen de presentación por protestar contra el gobierno”, afirmó Gamarra ante más de cien personas. Era la primera vez que contaba su historia ante tanta gente.

Gamarra tuvo la oportunidad de exponer su caso ante la Alta Comisionada de las naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. Le explicaría que “en los barrios viven personas trabajadoras, y que es un error asumir que todos son delincuentes”.

Edwin Gil, integrante del equipo legal de Proiuris, se refirió al acompañamiento jurídico que ofrece la ONG a las víctimas de violaciones del derecho a la vida. Hizo hincapié en las dificultades que afrontan las víctimas sobrevivientes en su legítima exigencia de justicia.

“No es una tarea fácil y se hace con el mayor de los esfuerzos. Es el deber de las organizaciones que trabajan casos de ejecuciones extrajudiciales”, señaló Gil.

La invitada Verónica Zubillaga, profesora de la Universidad Simón Bolívar y miembro de la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (Reacin), subrayó que la película proyectada resalta la enorme desigualdad que sufre el continente en cuanto a políticas sociales.

Zubillaga considera que la militarización de la seguridad ciudadana ha conducido a la instauración de las ejecuciones extrajudiciales como una matanza sistemática.

«En el año 2016 en Brasil, un país con 200 millones las fuerzas del orden fueron responsables de 4.200 muertes. En Venezuela tenemos 30 millones de habitantes y a los funcionarios del Estado se les atribuye 4.600 muertes ese mismo año”, afirmó Zubillaga.

La comparación sirvió de referencia para entender los niveles de violencia policial en el país, especialmente a partir de la implementación de la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) y , ahora, con la participación preponderante de las FAES en los “operativos” de seguridad ciudadana.

El cineforo se realizó un día después del pronunciamiento en apoyo a las FAES por parte de Nicolás Maduro. “Viva el FAES”, exclamó Maduro.

Fuente Oficial: Proiuris