(Caracas, 15.07.2020). La situación humanitaria en Venezuela sigue teniendo un impacto sobre el bienestar físico y mental, las condiciones de vida y la protección de los 7 millones de personas identificados con alguna necesidad humanitaria en 2019.

En 2019, con la ampliación del espacio humanitario y el establecimiento de la arquitectura de coordinación humanitaria internacional, las Naciones Unidas y sus socios han ido aumentando la respuesta, proporcionando asistencia humanitaria y de protección a 2,4 millones de personas.

En 2020, se ha seguido ampliando la respuesta, alcanzando a más de 2,1 millones de personas entre enero y mayo, y con este Plan de Respuesta se espera alcanzar en 2020 a 4,5 millones de las personas más vulnerables, incluyendo un 53 por ciento de mujeres y un 47 por ciento de hombres. Para esto, se requiere un financiamiento de US$762,5 millones para este año, incluyendo US$87,9 millones para responder al impacto de la pandemia global de la COVID-19 sobre las condiciones de salud de las personas y los efectos socioeconómicos inmediatos, respuesta elaborada inicialmente en un primer Plan Intersectorial de Preparación y Atención a la COVID-192 . Hasta el 14 de junio, se han recibido más de US$116 millones.

Tres objetivos estratégicos entrelazados guían la respuesta humanitaria: 1) asegurar la supervivencia y el bienestar de las personas más vulnerables; 2) contribuir a la sostenibilidad de los servicios esenciales y reforzar la resiliencia y los medios de vida; y 3) fortalecer los mecanismos institucionales y comunitarios para prevenir, mitigar y responder a los riesgos de protección.

Bajo el primer objetivo estratégico, la respuesta humanitaria se enfocará en proporcionar apoyo para salvar vidas con intervenciones críticas en las áreas de salud, nutrición, seguridad alimentaria, protección, y agua, saneamiento e higiene, mediante cuatro objetivos específicos relacionados al bienestar físico y mental de las personas.

Bajo el segundo objetivo estratégico, la respuesta humanitaria apuntará a cuatro objetivos específicos relacionados con los estándares de vida, incluyendo fortalecer los medios de vida, mantener un acceso seguro y efectivo a bienes y servicios esenciales (incluyendo salud, educación, agua, saneamiento e higiene, gas para cocinar, y protección), y asegurar condiciones de alojamiento dignas y seguras para las personas en movilidad, incluyendo las personas retornadas en el contexto de la pandemia COVID-19.

Bajo el tercer objetivo estratégico, la respuesta humanitaria contribuirá a tres objetivos específicos enfocados en la prevención, mitigación y respuesta a los riesgos de protección asociados a la movilidad humana, la violencia de género, y el abuso, la explotación y negligencia en la atención de los niños, niñas y adolescentes.

Todas las organizaciones humanitarias que forman parte del Plan 2020 se comprometen a implementar una respuesta basada en los principios humanitarios de humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad, y en los Principios Operativos Conjuntos para Venezuela, que definen estándares comunes incluyendo la centralidad de la protección, la rendición de cuentas ante las comunidades afectadas, y la protección contra la explotación y los abusos sexuales (PEAS). La respuesta humanitaria pone a las personas afectadas en el centro y toma en consideración las necesidades diferenciadas por grupos de edad, género y diversidad.

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