(Caracas, 04.04.2019. Civilis DDHH). Desde hace ya varios años, sufre una grave crisis económica caracterizada por altísima inflación y creciente escasez de alimentos y medicinas. Como parte de todo el proceso de deterioro asociando a la emergencia humanitaria compleja, el 7 marzo el país sufrió el apagón eléctrico más grande en la historia de Venezuela, lo que provocó saqueos en diversos estados del país, además de un aumento en el ya alto número de muertes en los hospitales, problemas en el suministro de alimentos, transporte, servicio de agua.

Para el 14 de marzo la energía se había restablecido en gran parte del país, aunque los cortes persistieron durante varios días. El 25 de marzo ocurrió un segundo apagón que dejó sin energía eléctrica la mayor parte del territorio nacional.

Comida y Agua

Con el apagón, la escasez ya existente de alimentos y medicamentos se agravó, los productos alimenticios refrigerados se dañaron. los expendidos carne y productos lácteos refrigerados tuvieron que suspender la atención al público durante el periodo del apagó. Es de notar que algunos de estos establecimientos comerciales, una vez restablecido el servicio eléctrico, no pudieron retomar la atención al público puesto que el voltaje irregular dañó sus equipos de manera permanente.

Debido a la falta de electricidad el sistema de distribución de agua también se vio afectado. En Caracas, cientos de personas se surtieron del río Guaire, un afluente de las aguas residuales de la ciudad. Por otra parte, cientos de familias formaron filas al pie del cerro El Ávila para recolectar los hilos de agua que bajan de la montaña. En otros estados del país informaban de largas colas para comprar agua, hielo y combustible.

Bancos

Durante los primeros días del apagón el uso de puntos de venta no fue posible, dado que no había electricidad e Internet disponible. Esta situación obligó a algunas tiendas a aceptar solo moneda extrajera.

Condiciones Hospitalarias

La Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) anunció que 15 pacientes de diálisis renal murieron porque estos servicios no estaban disponibles.

El apagón masivo que se registró en Venezuela, ha dejado en evidencia la crisis que se vive en los hospitales, pues usuarios de algunos centros de salud públicos en Caracas y demás estados del país indicaron que las emergencias se encontraban restringidas.

Infraestructura

El apagón hizo que el Metro de Caracas se cerrara y que el transporte público se detuviera. La falta de transporte afectó la capacidad del personal para llegar a sus puestos de trabajos.

 Manifestaciones

El descontento de la población ante la interrupción de los servicios de agua y electricidad, hizo que comunidades populares del Distrito Capital y otros estados tomaran las calles para demandar respuestas ante el colapso de los servicios públicos.

En el oeste de la capital venezolana se produjeron numerosas concentraciones donde pedían la restitución del servicio eléctrico y de agua. Las cercanías del Palacios de Miraflores, palacio de gobierno custodiado por decenas de Guardia Nacional Bolivariana, fueron tomadas por las protestas en las que los vecinos coreaban consignas y mostraban recipientes vacíos para denunciar que el agua no corre por las tuberías de sus hogares desde hace meses atrás. En las parroquias La Candelaria, Chapellín y San Bernardino los vecinos también protestaron para expresar su descontento por la falta de luz en el país.

La falla eléctrica también generó que los vecinos de sectores del estado Miranda como Nueva Casarapa, Villa Panamericana, Terrazas de Vicente Emilio Sojo, Trapichito y Aconcagua trancaran las calles durante las noches del viernes 8 y el sábado 9 de marzo.

Las protestas también se hicieron sentir en Maracaibo y otras localidades del estado Zulia, puesto que desde el jueves 7 de marzo esta región permanecía sin servicio eléctrico.  Varios locales fueron saqueados. Los sectores en los que se registraron saqueos fueron: Mara, Maracaibo y Cabimas.

Los venezolanos, ya agobiados por una tasa de inflación de más de dos millones por ciento, ahora son golpeados por el colapso del servicio eléctrico, interrupciones en el suministro de agua y de comunicaciones.