(Caracas 09/11/2017. Civilis) La construcción social sobre la cual se asienta la idea de que las mujeres son las cuidadoras y administradoras del hogar y la familia es el elemento que, en el contexto de una Emergencia Humanitaria Compleja, afecta de manera desigual y con mayor violencia a las mujeres frente al resto de los miembros de la sociedad. Así quedó reflejado en el Informe “Mujeres al límite. El peso de la emergencia humanitaria”, presentado por Equivalencia en Acción la mañana del jueves 8 de noviembre en la ciudad de Caracas.

La investigación desarrollada por Cepaz, Avesa, Mujeres en Linea y Freya; es una aproximación a la situación de los derechos humanos de las mujeres en el contexto de la actual emergencia humanitaria compleja que tiene como característica principal su carácter político, es decir, su razón de ser es el resultado de una combinación de factores que van desde inestabilidad política, quiebre y fragmentación del Estado, el fracaso de políticas de desarrollo y el desmoronamiento de la economía formal. Y que en consecuencia tiene un impacto devastador en la garantía de derechos que son básicos para la vida y la dignidad como la salud, la alimentación, la educación y la vida.

Ahora bien, “no es lo mismo la situación, que la posición”, destaca Susana Rafalli, especialista en gestión de la seguridad alimentaria y en emergencias humanitarias; para advertir sobre la “posición” que las mujeres ocupan en medio de la emergencia “donde siempre figuran como las mitigadoras y salvavidas, pero con mayores obstáculos y desventajas”. Detalla que son las más vulnerable justamente por su papel en lo domestico y lo cotidiano  «son las mujeres quienes están en la casa con la responsabilidad del cuidado de los niños, los enfermos y los ancianos; no trabajan o trabajan por sueldos muchos más bajos, y en general, las mujeres tiene menos acceso a los bienes y recursos, entonces en una situación en la que tienes que hacer más con menos”.

“A la hora de sacrificar la comida vamos a darle menos a los más viejos porque ellos van de salida, pero además a las mujeres”, y así lo refleja Caritas Venezuela en su encuesta de Seguridad Alimentaria Familiar de agosto de 2017, donde se llegó a contabilizar que en 89 de cada 100 hogares pobres en Venezuela alguien deja de comer para que coma otro, «en 79 de estos hogares la que deja de comer es una mujer», afirma Rafalli.

Pero la alimentación es solo una de las aristas, el impacto de la escasez de medicamentos también afecta directa y exclusivamente a las mujeres sobre sus derechos a la salud sexual y reproductiva. Luisa Kislinger de Mujeres en Línea, afirma que “la escasez de anticonceptivos alcanzó el 90%, cifra mas que alarmante si se considera que Venezuela ocupa el 2do lugar en embarazo adolescente después de Honduras en toda América Latina y el Caribe.

Los números son lapidarios, en todo el año 2015 el Ministerio del Poder Popular para la Salud solo compró 2% de la demanda de anticonceptivos en el país. Por otro lado, una encuesta desarrollada por Mujeres en Línea a más de 300 mujeres arrojó que 72% de las encuestadas no encontró anticonceptivos disponibles, mientras que 27% no pudo pagarlos cuando los encontró por su altísimo costo. “Esto no solo afecta los derechos reproductivos de la mujer sino también su derecho al libre disfrute de la sexualidad», sentencia Kislinger.

Finalmente, Magdymar León de AVESA, hablo de la violencia como elemento subyacente en todas las facetas del contexto, que se vio de manera clara y exacerbada en el contexto de represión vivido en el país entre el primero de abril y el 11 de julio del presente año, cuando fueron reportados 6 delitos sexuales con 25 víctimas involucradas, todos en manos de miembros de la seguridad pública del estado, cuando las víctimas se encontraban en situación de detención.

Todas las cifras y detalles del Informe “Mujeres al límite. El peso de la emergencia humanitaria puede encontrarlo descargándolo aquí