(Caracas, 01.10.2021. Prepara Familia). En Venezuela, todo lo referente al trasplante de órganos se encuentra establecido en la Ley de Reforma de la Ley sobre Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células en Seres Humanos, publicada en Gaceta Oficial n.º 39.808 del 25 de noviembre del 2011. Esta establece, en su artículo 27, la donación presunta: cada persona fallecida es considerada un potencial donante de órganos (según especificaciones médicas), a menos que haya establecido en vida lo contrario, este texto indica el injerto de ciertos órganos, como lo son: riñones, hígado (entre familiares hasta quinto grado de consanguinidad), corazón, páncreas, pulmones, tejidos, córneas y médula ósea. En el país sólo
se formalizó un programa para el riñón y otro para el hígado.

De todos los programas que se realizan en los distintos países, el de trasplante renal es la modalidad terapéutica más aceptada en general como tratamiento sustitutivo, en especial para niños portadores de Enfermedad Renal Crónica (ERC) en etapa terminal (ERCT).3, 4, En países desarrollados este tratamiento se ha realizado de manera sistemática por más de cuatro décadas, con resultados satisfactorios y con sobrevida alta de personas e injertos similares a lo observado en adultos. Gracias a
los avances en las áreas de la tecnología y la inmunosupresión, la sobrevida ha mejorado significativamente, más durante las últimas décadas.

En el presente Informe, se evalúa el Programa de Trasplantes (SPOT) y los trasplantes de médula ósea; principalmente el Impacto de la suspensión en los NNA en el marco de la crisis multidimensional,
la emergencia humanitaria compleja que existe en Venezuela y el agravamiento por
la pandemia COVID-19.

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