(Caracas 07/06/2017. Provea) En la última semana hemos visto un endurecimiento de la represión a las protestas. Casualidad o no, ello se inició desde que fue designado el General Gustavo González López como conductor de las labores de represión en el país en el llamado “Comando Especial de Seguridad Antiterrorista”, el pasado 29 de mayo de 2017. Los antecedentes de este General son bien conocidos con las redadas represivas indiscriminadas desatadas contra las comunidades pobres del país, en los llamados Operativos de Liberación del Pueblo (OLP), con allanamientos masivos sin orden judicial, detenciones masivas arbitrarias y presuntas ejecuciones policiales. Ese mismo General, actual director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), dirige una OLP Antiprotesta.
Entre las nuevas tácticas para contener la protesta tenemos:
1.- Mayor uso de la fuerza motorizada de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). El gobierno venía conteniendo las manifestaciones luego de su inicio, reprimiendo, dispersando y dejando vías de escape con la finalidad de lograr la desmovilización, con el uso de tanquetas o columnas de funcionarios. Ahora la tendencia parece que es dispersar antes del inicio de la movilización, persiguiendo a los manifestantes con el uso de las unidades motorizadas para obtener la mayor cantidad de detenidos, cerrando las vías de escape.
2.- Impedir que los manifestantes puedan concentrarse en los puntos de convocatoria. Se toman policialmente los puntos de concentración y se detiene a personas que empiezan a concentrarse o cuando son interceptadas camino a los puntos de concentración. Ya no solo se vulnera el derecho de manifestación sino también el derecho de reunión.
3.- Colocación de una cantidad mayor de cámaras de seguridad en los lugares de concentración y el uso de drones. Esto le permite captar a los manifestantes que se encapuchan o usan máscaras antes de su utilización. De esta manera busca identificar, principalmente, a los llamados “jóvenes de la resistencia”
4.- Un trabajo de inteligencia dirigido a identificar y detener a quienes están a la vanguardia de los enfrentamientos con la GNB y PNB (La Resistencia). El gobierno se ha propuesto debilitar la llamada resistencia, deteniendo o intimidando a sus integrantes. Para ello usa, además, propaganda a través de los medios públicos generando la idea que cualquiera podría ser identificado. Los funcionarios vienes realizando operativos de inteligencia para ubicar los sitios donde los jóvenes pudieran resguardar sus implementos más llamativos, como los escudos. Asimismo, se vienen realizando castigos ejemplarizantes contra personas que han sido identificadas por dar algún tipo de apoyo logístico, como alimentos, a estos adolescentes.
5.- Una cantidad mayor de allanamientos ilegales, masivos y selectivos, sin orden judicial,(OLP-Anti protesta), sembrando presuntas armas y materiales explosivos, con la finalidad de justificar el uso de la justicia militar y dar la idea de eficiencia en las labores de inteligencia.
6.- Intensificación de las operaciones de terrorismo de Estado, en combinación organismos de inteligencia y Ministerio de Información, infundiendo temor y generando la sensación de ser organismos policiales y militares invencibles.
7.- El uso expansivo de la justicia militar a civiles, violando el principio del juez natural, no solo con la finalidad de intimidar, sino de debilitar las labores de defensa de los detenidos.
Frente a esta situación consideramos que quienes vienen conduciendo el ejercicio masivo de la protesta pacífica deben realizar las evaluaciones respectivas y dar las orientaciones correspondientes a una población que ha demostrado no intimidarse, pese a la intensificación de la represión. Nos permitimos realizar una serie de sugerencias:
1.- De seguirse impidiendo las grandes concentraciones -porque los lugares de convocatoria son tomados policial y militarmente-, debe llamarse a concentrarse en el punto específico donde se pretende llegar con las movilizaciones: Defensoría, Consejo Nacional Electoral, Ministerios, etc, de manera descentralizada. Ante esa posibilidad que obligaría a un gran despliegue policial porque no sabrían las autoridades por donde aparecerían los manifestantes, el gobierno podrá optar por permitir nuevamente la concentración de las personas en un lugar que le sea más fácil monitorear.
2.- Debe fortalecerse el discurso y llamado a evitar cualquier acción violenta. No hay duda que la estrategia del gobierno es desesperar a los manifestantes para que pequeños grupos radicales opten por las vías violentas. El gobierno sabe que así será más fácil derrotar la Rebelión Popular Pacífica que se viene desarrollando desde el mes de abril. Tendrá más posibilidad de justificar a nivel nacional e internacional la represión masiva y selectiva y alejará a muchos que vienen participando pero que no quieren sentirse co-responsables de los hechos violentos, ni exponerse a mayores niveles de represión.
3.- Sugerimos utilizar mecanismos para generar la confusión y el desconcierto, mediante indumentaria que obstaculice ser identificados fácilmente, como ropa de color rojo.
4.- Diputados y diputadas que han realizado una meritoria participación en las manifestaciones, deben procurar mayor puntualidad para llegar a los puntos de concentración. Cuando quienes deciden participar en los puntos definidos ven la presencia de los diputados y diputadas se sienten más en confianza y en cierta medida más protegidos, que cuando son esos manifestantes quienes tienen que mediar solitariamente con los organismos policiales y militares para que no los repriman.
5.- Quienes participan en las manifestaciones deben acostumbrarse a borrar sus conversaciones de chat, mensajes de texto, cargar la menor cantidad de información personal y de otros en morrales y carteras. El gobierno extrae toda la información posible de las personas que detiene.
6.- Hay que evitar acciones de resistencia a la represión prolongada y fija. El gobierno viene afinando sus planes operativos para aislar de las protestas a los llamados jóvenes de la resistencia y poder emboscarlos con más facilidad. Hasta ahora venían teniendo la protección del resto de los manifestantes pero con las nuevas tácticas de dispersión de los manifestantes, se pretende aislar a estos jóvenes. Por ello, es importante que eviten quedarse aislados del resto de los movilizados.
7.- Los convocantes de las manifestaciones deben evaluar hasta qué punto es conveniente seguir dirigiendo las concentraciones hacia la autopista, donde la posibilidad de emboscar a los manifestantes es mayor y las vías de escape ante la represión son reducidas.
8.- Las marchas y plantones pueden alternarse con otras formas de manifestaciones pacíficas tales como conciertos por la paz, asambleas ciudadanas, caravanas, vigilias, entre muchas formas de protesta pacífica efectiva, combinando la concentración y la dispersión, permitiendo además el relevo de diferentes sectores de manifestantes.
9.- La documentación de las violaciones a los derechos humanos es muy importante. Por eso llamamos a quienes no participan de las manifestaciones a usar cada vez más y mejor sus cámaras, teléfonos, para captar las detenciones, maltratos y otros abusos que permita no solo facilitar las investigaciones sino desmontar el discurso del gobierno. En varios casos, hasta ahora resueltos por el Ministerio Público, ha jugado un papel importante los videos y fotos de la ciudadanía.
10.- La historia ha demostrado que un pueblo decidido a luchar puede vencer la represión.El gobierno afina sus planes operativos para tratar de aplastar la Rebelión Popular Cívica. Frente a ello corresponde a la población evaluar, reorientar y crear nuevas formas y alternativas de seguir exigiendo democracia y luchando por un futuro mejor que garantice a todas y todos unos niveles adecuados de vida, siempre, insistimos de manera pacífica lo que ha permitido ir sumando pequeñas victorias día a día. La protesta violenta resta y es la que le conviene a la dictadura para justificar sus desmanes.