(Maracaibo, 05.10.2021. Codhez). La investigación, basada en entrevistas a mujeres que habitan en comunidades vulnerables de Maracaibo, resalta cómo las condiciones de violencia estructural convergen con la emergencia humanitaria compleja (EHC) y los efectos de la pandemia de COVID-19, dibujando un panorama especialmente crítico para las mujeres y niñas.

Las organizaciones de derechos humanos hacen hincapié en la falta de políticas públicas del Estado venezolano para atender a las necesidades de las mujeres y niñas ante la crisis y la violencia de género. Por ello, resaltaron la importancia de que las agencias de la ONU, encargadas de la respuesta humanitaria, consideren la particular vulnerabilidad de las regiones, donde la crisis de servicios públicos y la falta de gestión gubernamental se ensaña de forma particular contra las mujeres.

Aunque la violencia de género es un problema global, en Venezuela, el alcance de este flagelo atraviesa la cotidianidad de las mujeres y niñas, quienes batallan con un entramado de formas de sometimiento, marcado por la carga del cuidado familiar, la negación del placer y la autorealización, las heridas de las crianzas violentas y, en general, con el sexismo que permea todas las relaciones sociales. Así lo concluye el informe “Cuerpos Vilipendiados”, publicado por La Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez), Mulier y Proyecto Mujeres.

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