(Caracas, 03.09.2018. Civilis DDHH). Mario D´ Andrea es abogado de la ONG Defiende Venezuela, organización que se dedica a la promoción y defensa de los derechos humanos en Venezuela, divulgando conocimiento sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) y haciendo uso efectivo de sus mecanismos de protección.

D´ Andrea inició su activismo en un grupo de estudiantes de Derecho y Comunicación Social llamado “Asistencia UCAB”, de la mano del Centro de Derechos Humanos UCAB (CDH-UCAB), recabó información, denunció y apoyó en la defensa jurídica gratuita de personas detenidas en el marco de la ola de protestas durante los meses de febrero a abril del año 2014.

¿Cómo se inicia Mario en el campo de los derechos humanos?

Todo inicia en el año 2014, cuando formé parte de un grupo de estudiantes de Derecho y Comunicación Social llamado “Asistencia Ucab”, dirigido por el Centro de Derechos Humanos UCAB, desde allí ayudé a recabar información, denunciar y apoyar en la defensa jurídica gratuita de personas detenidas cuando hubo la ola de protestas durante los meses de febrero a abril del año 2014. Desde entonces nació mi interés por la defensa y promoción de los derechos humanos. Dejé mi posición de pasante en un despacho de abogados y me sumergí en el mundo de los derechos humanos a través de la ONG Civilis Derechos Humanos. Al mismo tiempo, ingrese a los Moot Court de derechos humanos, representando a mi universidad ante la Corte Interamericana en San José, Costa Rica y Washington D.C.

¿Cómo surge Defiende Venezuela?   

La organización nace por iniciativa de nuestra presidente Génesis Dávila, quien durante su estancia en las pasantías de la OEA observó que el nivel de denuncias sobre las violaciones de derechos humanos en Venezuela era muy inferior al de otros países a pesar de la enorme crisis en la materia. Posteriormente, Génesis formó parte del Global Competitiveness Leadership (GCL) de la Universidad de Georgetown, donde adquirió una serie de herramientas y redes que le permitieron presentar y desarrollar su programa de liderazgo para Venezuela del cual surgió la ONG Defiende Venezuela. Desde entonces, esta organización trabaja para cambiar la realidad de los derechos humanos en el país, ampliando el uso de los mecanismos de protección del sistema interamericano.

¿Cuál es la situación de los derechos humanos en los que está trabajando Defiende Venezuela?

Grave. Denunciar casos de violaciones de derechos humanos no es para nada sencillo, Defiende Venezuela busca llegar a esas víctimas que por desconocimiento y carencia de recursos se ven forzadas a ver como el Estado viola sus derechos humanos con total impunidad. Si bien hemos llevado más casos relacionados con persecución política y detenciones arbitrarias, realmente buscamos acercarnos a aquellas personas que probablemente jamás verían respuesta pues desconocen el sistema y no tienen recursos para abogados. Esta tarea exige al equipo, no solamente lidiar con las trabas institucionales para conseguir expedientes y agotar recursos internos, sino también con el miedo o la impotencia que sienten las personas al exigir sus derechos, pues consideran que la denuncia nada cambiará sus vidas o, en su defecto, sienten que habrá represalias por denunciar ante los organismos internacionales.

Aquí he aprendido un poco de psicología y comunicación, porque escuchar los testimonios de las víctimas, leer o ver las fotos de los expedientes, es algo aterrador. Pero esta experiencia, tanto al equipo como a mí nos fortalece para seguir llevando a cabo nuestro trabajo, para que los casos no queden impunes. Los derechos que solemos trabajar en nuestra organización son salud, libertad e integridad personal, debido proceso y garantías judiciales, honra y dignidad, libertad de expresión e igualdad ante la ley.

¿Qué le sugieres a los jóvenes sobre el camino hacia la democracia y los derechos humanos?                                                                                                                                                                 

Formación y tolerancia. Cuando yo ingresé al mundo de los derechos humanos de la mano de Civilis Derechos Humanos, pensé que me encontraría sólo a abogados. No obstante, mi sorpresa fue que el mundo de los derechos humanos está conformado por otras áreas más allá de las jurídicas. De hecho, creo que hay menos abogados que otros profesionales. También me encontré un mundo de mucho debate y controversia, que ciertamente ocurre en cualquier área de trabajo, pero mucho más en los derechos humanos, por el extremo cuidado de los defensores con el trato a las víctimas, el uso correcto de términos y la ética al asumir el trabajo de defensa.

Civilis Derechos Humanos me enseñó muchas cosas con su ejemplo y por eso ahora tengo una visión mucha más amplia de la forma en que los defensores y defensoras de derechos humanos ven las cosas y la situación de país. Sentarte a escuchar a otros defensores que no necesariamente son abogados te abre la mente muchísimo, te saca de la cajita de las leyes. Han sido experiencias, sin duda, muy enriquecedoras.

¿Qué espera lograr la ONG Defiende Venezuela de aquí en adelante?

Nuestro norte es lograr que la sociedad civil venezolana dejé atrás el tabú respecto a los mecanismos internacionales de protección, especialmente el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Ello implica un sostenido esfuerzo en materia de promoción y defensa. Por ello nos hemos dedicado a hacer talleres sobre el cómo usar los mecanismos de defensa, paneles de expertos tomando como marco el SIDH y campañas sobre la concientización de la situación de los derechos humanos en Venezuela.

¿Qué te motiva a continuar con esta labor?

Mi país. Me convertí en defensor de los derechos humanos a causa de una crisis, entonces seguiré haciendo esto hasta que en mi país pueda vivir una situación de derechos humanos coherente con la democracia y los estándares de derechos humanos.