(Caracas, 18.07.2018. Civilis DDHH). Gretna El Halabi, es abogada y la presidente de la Asociación Civil “Madres y Padres por los niños en Venezuela” (Mapani Venezuela).

El Halabi dedica su vida a la defensa y promoción de los derechos humanos de los niños y niñas entre 0 a 12 años de edad y lo hace como manera de agradecimiento a la vida por el hecho de ver que su hija aún continúa con vida a pesar de que sufrió desnutrición. Es su forma de luchar y no quedarse quieta ante tanta injusticia y ante tantos fallecimientos de niños y niñas que estuvieron en el mismo estado que su hija, y es por eso que continúa en la labor de defender sus derechos, porque siente que está haciendo lo correcto.

¿A qué se dedica Gretna El Halabi?

Me dedico a la defensa de los derechos humanos de los niños y niñas de 0 a 12 años. Antes trabajamos con el grupo de 0 a 10 años, pero en vista de que la escala de afectaciones ha ido aumentando, nos ha tocado hacer ampliación de los grupos de edad.

¿Cuáles han sido las más graves violaciones de los derechos humanos que has podido constatar?

Las violaciones más graves que he visto en este trabajo han sido el ver como las mamás hacen colas con los niños en brazo pasando hambre y llevando sol para poder comprar comida para sus bebés. A esos se suman los tratos crueles del cuerpo médico hacia los niños y niñas dentro del hospital. Pero, la violación más grande que he podido ver durante mi labor ha sido la opacidad con que se ha manejado la existencia de la Bacteria Serratia Marcescens en el hospital pediátrico Agustín Zubillaga de la ciudad de Barquisimeto del estado Lara. Allí hemos presenciado la cantidad de niños y niñas que han fallecido por el hecho de disfrazar la bacteria y no atenderlos como debe ser.

¿Cómo te sientes al dedicar tu vida a la defensa y promoción de los derechos humanos?

Es una manera de agradecerle a la vida que mi hija aún continúa con vida a pesar de haber sufrido desnutrición. Es mi forma de luchar y no quedarme quieta ante tanta injusticia y tantos niños que fueron como mi hija y fallecieron porque tal vez no tenían las mismas capacidades que yo, para detectar los problemas y buscar las soluciones.

Me dedico a esta labor para poder salvar más niños y niñas como mi hija, porque no me imagino como hubiese sido mi vida si la hubiese perdido. Por eso no me importa enfrentarme a un régimen injusto. Siento que es lo correcto, es lo que debo hacer, yo jamás imaginé que mi vida iba a estar dedicada a esto, ni jamás pensé que alzando mi voz podía salvar a mi muchachita.

¿Qué te inspira a continuar con esta labor?

Mi hija, y el demostrarles a las otras madres que si se puede denunciar, que si se puede hacer justicia. Que, a pesar de que no se vea tan rápido, si se puede lograr. Yo veo los ojos de mi hija en todos los niños y niñas que se acercan a nuestra organización y en los que se encuentran en el hospital.

¿Cuál fue la idea de crear Mapani Venezuela?

Madres y padres por los niños de Venezuela (Mapani Venezuela) logró la consolidación de una sede, con el fin de atender a los niños y niñas que llegan con desnutrición crónica, fomentar la lactancia materna y que los padres puedan aprender los beneficios de esta práctica.

¿Qué le aconsejarías a una persona u organización que desee trabajar en este campo?

Lo que yo aconsejaría es tener fuerza de voluntad y determinación. Que se dediquen a conquistar el miedo, que haya constancia y que trabajen en la documentación que más se pueda, porque mientas más información haya y más seguro estés de lo que se denuncia, menos vulnerable ere. También aconsejo que más personas se sumen a la defensa y promoción de los derechos humanos, porque creo que es lo que nos hará diferente como sociedad.